Salmond realizó el anuncio en una breve
intervención en el parlamento de Holyrood a la que han siguieron
intervenciones de los líderes de los demás partidos. El Partido
Nacional Escocés (SNP) que lidera Salmond se encuentra
prácticamente solo en defensa de la independencia, a la que se
oponen las tres grandes fuerzas políticas que dominan la política
a nivel británico: conservadores, laboristas y
liberales-demócratas.
A pesar del auge experimentado por los
independentistas en los últimos años, que les ha llevado primero a
gobernar Escocia en minoría y luego con mayoría absoluta y poder así convocar el referéndum, los sondeos señalan una ligera tendencia a la
baja del voto a favor de la independencia, aunque la gran mayoría
de los escoceses están a favor de que se realice la consulta. La gran batalla del primer ministro escocés, será pues invertir la intención de voto. de aquí al referéndum.
La convocatoria del referéndum fue pactada en un
histórico acuerdo firmado el 15 de octubre del año pasado por
Salmond y el primer ministro británico, el conservador David
Cameron. Ambas partes se han comprometido a aceptar el resultado de
la votación, sea cual sea el resultado. Si ganara el sí, Escocia
no sería independiente de manera inmediata. Durante un periodo que se estima que sería
de unos dos años, Edimburgo y Londres deberían pactar los términos
concretos de la independencia. Entre las cuestiones a negociar está
el reparto del petróleo del Mar del Norte, el reparto de la deuda
pública de Reino Unido y la desnuclearización del territorio de
Escocia, que en la actualidad aloja las bases de submarinos del
programa de disuasión nuclear británico Trident.
Pero quizás el asunto más delicado que deberá
resolverse entonces es la pertenencia o no de una Escocia independiente a la Unión Europea. Aunque
Bruselas no se ha pronunciado de forma oficial, todo indica que la
posición de la UE es que Escocia quedaría fuera y debería pedir y
negociar su ingreso. Eso podría empujar a algunos socios con
problemas territoriales a dejar a los escoceses fuera. Por ejemplo,
el Gobierno español cree que esa sería una de las formas más
eficaces de frenar el independentismo en Cataluña.
En la votación del 18 de septiembre de 2014 podrán
pronunciarse los mayores de 16 años a pesar de que la edad mínima
para votar en unas elecciones es en general los 18 años. El
parlamento escocés aprobó la legislación que
permitirá a los mayores de 16 años pronunciarse sobre la
independencia.
Enlace a la web del Scottish National Party